Claude Joseph Vernet (Aviñón, Francia, 14 de agosto de 1714 - París, 3 de diciembre de 1789) fue un pintor francés del siglo XVIII.
Claude Joseph Vernet | ||
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![]() Vernet retratado por Marie-Louise-Élisabeth Vigée-Lebrun, 1778. | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
14 de agosto de 1714![]() | |
Fallecimiento |
3 de diciembre de 1789![]() | |
Nacionalidad | Francés | |
Lengua materna |
Francés ![]() | |
Familia | ||
Padre |
Antoine Vernet ![]() | |
Cónyuge |
Virginie Cecil Parker ![]() | |
Hijos |
Carle Vernet ![]() | |
Educación | ||
Educación | Real Academia de Pintura y Escultura | |
Alumno de |
Adrien Manglard ![]() | |
Información profesional | ||
Ocupación | Pintor | |
Área | Paisajista | |
Años activo | Siglo XVIII | |
Alumnos |
Carle Vernet ![]() | |
Géneros |
Marinas, pintura del paisaje y evento deportivo ![]() | |
Obras notables | Puerto mediterráneo, La Rochelle, Noche: escena de la costa mediterránea con pescadores y barcas | |
Miembro de |
Real Academia de Pintura y Escultura ![]() | |
Antoine Vernet, su padre, era un pintor de cierta relevancia. Él fue su primer maestro y le introduciría en el mundo de la pintura. La etapa de aprendiz de Joseph Vernet transcurrirá en el estudio de Philippe Sauvan, restaurando obras de arte sacro de iglesias cercanas, así como artículos de lujo de las clases adineradas del lugar.
Más tarde fue aprendiz de Jacques Vialia en su taller de Aix-en-Provence. Allí despertó el interés de Vernet por los paisajes. Sus obras más tempranas que se conservan tenían como destino la decoración del palacio del Marqués de Simiane, quien contrató al autor por recomendación de Joseph de Seytres, marqués de Caumont. Tres años más tarde, sería Seytres quien financiaría la visita de Vernet a Italia, con el fin de completar su formación artística y realizar para él dibujos de arte antiguo.[1]
En 1734, Vernet se encontraba en Roma, donde pudo conocer el trabajo de Claudio de Lorena, el más importante paisajista del momento. Después de su llegada a Roma, ingresó en los estudios del pintor de ballenas Bernardino Fergioni[2] y el paisajista marino Adrien Manglard.[3][4] Manglard y Fergioni iniciaron a Vernet en la pintura de paisajes marinos.[4][5][6] Se considera que tanto Vernet como Manglard superaron a su maestro (Fergioni). Algunos autores señalan que, a su vez, Vernet tenía "una vaguedad y un espíritu superior" a su maestro Manglard, que presentaba un "gusto firme, natural y armonioso" ("... Il suo nome [el nombre de Fergioni] fu dopo non molti anni oscurato da due franzesi, Adriano Manglard, di un gusto sodo, naturale, accordato; e il suo allievo, Giuseppe Vernet, di una vaghezza e di uno spirito superiore al maestro").[7]
El pintor se fue haciendo conocido en el ambiente artístico romano, en buena parte gracias a la demanda de cuadros de vistas italianas por parte de los viajeros del Grand Tour. Con cierta convencionalidad en el diseño, propia de su época, combinaba la observación de la naturaleza con elementos sacados de su imaginación. Tal vez ningún pintor de paisajes supo incluir la figura humana como parte importante en el diseño del cuadro como él; en este sentido recibió la influencia de Giovanni Paolo Panini, a quien probablemente conoció en Roma.[8]
De regreso a su país, el rey Luis XV le encargó una serie de vistas de los puertos franceses, aunque solo pudo concluir 15. Las marinas, los paisajes tormentosos y de naufragios se habían convertido en su especialidad.[9] En 1778 realizó un viaje a los Alpes suizos con el fin de estudiar los singulares paisajes montañosos del país.
El trabajo de Vernet se basa en la naturaleza, pero vista sin sentimentalismo ni afectación. El efecto general de su pintura es eminentemente decorativo. "Otros pueden saber mejor", dijo con orgullo, "cómo pintar el cielo, la tierra, el océano, pero nadie sabe mejor que yo cómo pintar una imagen". Su estilo se mantuvo relativamente estable a lo largo de su vida. En sus obras, los efectos atmosféricos se combinan con un sentido de la armonía.
Su obra fue apreciada durante el Romanticismo y el Impresionismo, y al presente es un pintor muy cotizado. Sus obras se exhiben en los principales museos del mundo y en algunas colecciones particulares. En España por ejemplo, cinco de sus obras pueden encontrarse en el Museo del Prado, entre ellas Paisaje quebrado y Vista de Sorrento. Las otras tres formaron parte de un encargo de seis por el entonces Príncipe de Asturias, Carlos IV para decorar la Casita del Príncipe de El Escorial. Cerca del Prado, en el Museo Thyssen-Bornemisza se pueden encontrar otros tres paisajes de Vernet, uno de ellos en calidad de préstamo como parte de la Colección de la Baronesa Thyssen que se exhibe allí (Noche: escena de la costa mediterránea con pescadores y barcas).
Su hijo Carle Vernet y su nieto Horace Vernet fueron también pintores.
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