José Pérez Ocaña (Cantillana,Sevilla, Andalucía, 24 de marzo de 1947 - Ibidem 18 de septiembre de 1983), más conocido como Ocaña, fue un performer, artista, anarquista y activista andaluz.
José Pérez Ocaña | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
24 de marzo de 1947 ![]() Cantillana (provincia de Sevilla, España) ![]() | |
Fallecimiento |
18 de septiembre de 1983 ![]() Cantillana (España) ![]() | |
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación |
Pintor ![]() | |
Ocaña, quien fue un icono de resistencia de la dictadura franquista durante la transición española,[1] es uno de las figuras clave olvidadas por la historiografía del arte español.[1] Sus performances y acciones diversas, coetáneas al nacimiento del movimiento punk y de los primeros movimientos de protesta, prefiguraron las prácticas de desobediencia sexual y de género que comenzarían a agruparse bajo el nombre de 'activismo queer' a principios de los años ochenta.
Nació en Cantillana, un pueblo de la provincia de Sevilla, Andalucía. Homosexual reconocido y visible, abandonó en 1971 su localidad natal para trasladarse a Barcelona, donde desarrollaría su vida artística. Allí vivió en la Plaza Real, donde tenía un altar con una imagen de la Virgen de la Asunción, cuya titular protagoniza una de las grandes fiestas de Cantillana (15 de agosto), llena de flores en el balcón, y conoció a artistas como Nazario y Copi. Vivió humildemente en una buhardilla barcelonesa, ejerciendo el oficio de pintor decorativo para subsistir.
Se declaraba anarquista (históricas sus performances durante las Jornadas Libertarias Internacionales de la CNT de 1977 en el parque Güell).
Aunque su arte era apreciado por muchos, destacó por su forma de vivir, por expresarse libremente sin atender a las posibles consecuencias de un país todavía anquilosado en unos valores arcaicos y peligrosos.[2] Era un personaje típico de las Ramblas, se travestía sin ningún tapujo a plena luz del día con una mezcla de andaluza y de religiosidad típica de su tierra y vivía rodeado de los que le querían y entendían.
En septiembre de 1983 regresó a Cantillana para celebrar unas fiestas infantiles de la Semana de la Juventud y reunirse con su familia. Allí confeccionó y vistió un disfraz elaborado con papel y tela, y portaba un sol elaborado de papel maché, en el cual llevaba bengalas adosadas a este. Esta prendió y sufrió quemaduras con carácter grave.[3] Aunque las quemaduras fueron cuidándose progresivamente, el debilitamiento general de su organismo provocó un recrudecimiento de su antigua hepatitis, falleciendo por esta causa el 18 de septiembre de 1983. [4]
El pleno del Ayuntamiento de Sevilla, celebrado el 15 de octubre de 2020, acordó concederle una calle en la capital andaluza. La propuesta la llevó a cabo el grupo de Adelante Sevilla siendo alcalde de la ciudad el socialista Juan Espadas.
8.- https://www.facebook.com/CExpCantillana/
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