La imagen conocida como Cristo Redentor o Cristo bendiciendo es un boceto del pintor y escultor español Guillermo Silveira (1922-1987) conservado desde los años 1980 en el Museo de Bellas Artes de Badajoz (MUBA). Está realizado a base de aglomerado de polvo de mármol y sus dimensiones son de 105 x 100 x 36 cm.[1]
Cristo Redentor | ||
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Autor | Guillermo Silveira | |
Creación | 1962 | |
Ubicación |
Museo de Bellas Artes de Badajoz, España![]() | |
Estilo | Expresionismo neofigurativo | |
Material | Aglomerado de polvo de mármol | |
Técnica | Modelado | |
Dimensiones | 105 x 100 x 36 cm | |
Según el propio autor, se trataría de uno de los dos estudios realizados «para el Cristo Redentor del monumento [diocesano] en el Cerro Gordo de Badajoz a los Sagrados Corazones de Jesús y María», de quince metros de altura.[2][3][4]
Junto con otros dos Cristos de Pedro Torre Isunza y Saturnino Domínguez Nieto, se expuso por primera vez del 21 de marzo al 25 de abril de 2013.[5][6][7]
Respecto a los distintos escenarios por los que ha pasado la figura desde su creación hasta la fecha, se tiene constancia de que fue ejecutada en una marmolería de la capital en la que permaneció hasta la puesta en marcha de sus nuevas instalaciones fuera de la vista del público visitante. En aquel momento, el entonces conserje del museo provincial Francisco Morán Cruz la entregó a la institución, siendo restaurada por el escultor barcarroteño Luis Martínez Giraldo, antiguo alumno de Silveira durante sus años como profesor titular de Modelado y Vaciado de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos Adelardo Covarsí de Badajoz y de la que llegó a ser director.
Imagen externa | ||
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Artísticamente la profesora Rodríguez Prieto, tras recordar que se trata de una obra modelada dos años después de la emblemática Virgen de los Ángeles de Puerta de Palmas,[8] la describe en estos términos:
La pieza nos desvela los aspectos expresionistas, tanto en el rostro como en la articulación de las formas corporales, así como la estructura sintética que el artista quiso proporcionar a esta obra destinada a un espacio público y que son propios de su habitual ejecución figurativa. Como elemento característico de las esculturas de la época, existe una intención diferenciadora de texturas entre el torso del Cristo, desnudo y liso, en contraposición a los ropajes rugosos conseguidos arañando el material.[9]