Gustave Moreau (París, 6 de abril de 1826-París, 18 de abril de 1898) fue un pintor francés, precursor del simbolismo, y célebre por su estética decadente. Se formó en el Romanticismo, y con un profundo conocimiento de los pintores italianos del Renacimiento, desarrolló un estilo personal con el que se anticipó al simbolismo francés a finales del siglo XIX.
Gustave Moreau | ||
---|---|---|
Autorretrato, 1850. Óleo sobre lienzo, 41 x 32 cm, París, Musée Gustave Moreau | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
6 de abril de 1826 París (Francia) | |
Fallecimiento |
18 de abril de 1898 (72 años) Rennes (Francia) o París (Francia) | |
Sepultura | Cementerio de Montmartre | |
Nacionalidad | Francesa | |
Familia | ||
Padre | Louis Moreau | |
Educación | ||
Educado en | Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París (1846-1849) | |
Alumno de | François-Édouard Picot | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escultor y pintor | |
Área | Pintura | |
Empleador | École des Beaux-Arts | |
Alumnos | Georgette Agutte, Jules Flandrin, Henri Manguin, Henri Matisse, Albert Marquet, Edgar Maxence, Ary Renan y Georges Rouault | |
Movimiento | Simbolismo | |
Géneros | Pintura de historia, pintura religiosa y pintura mitológica | |
Miembro de | Academia de Bellas Artes | |
Distinciones | ||
Gustave Moreau nació en París el 6 de abril de 1826, en el seno de una familia burguesa que no puso obstáculos a su vocación artística.
En 1838, comenzó su educación en el internado del Collège Rollin, pero por diferentes motivos debió abandonar dicha institución y proseguir su educación privadamente. En 1841 viajó con su madre y otros parientes a Italia, donde visitó varias ciudades, realizando varios esbozos de paisajes y de monumentos italianos.
En 1844, completados sus estudios de bachillerato, ingresó como discípulo en el taller de un pintor hoy olvidado, el académico François-Edouard Picot. En 1847 aprobó el examen de ingreso en la Real Escuela de Bellas Artes de París. Intentó por dos veces obtener el Premio Roma, pero fracasó, motivo por el cual decidió abandonar la Academia. Adoptó un nuevo maestro, el pintor Théodore Chassériau, antiguo discípulo de Ingres y de Delacroix, y conoció por esa misma época a Pierre Puvis de Chavannes, dos años mayor que él, con él que le unían no pocas afinidades.
En 1851 expuso por primera vez en el Salón de París y en 1852 trasladó su taller al tercer piso de una casa que sus padres habían alquilado para él, en el número 14 de la calle La Rochefoucauld.
Comenzó dedicándose a copiar obras de maestros en el Museo del Louvre, pero ese mismo año fue por primera vez admitido al Salón oficial, con una Pietà, y emprendió una destacable carrera como pintor académico. En 1855, en la Exposición Universal de París, exhibió su obra Los atenienses en el laberinto del Minotauro, junto a pintores tan reputados como Ingres, Delacroix, Rousseau y Courbet.
Entre 1857 y 1859 realizó un segundo viaje a Italia, los dos años siguientes visitó Roma, Florencia y Venecia, haciendo copias de las obras de Miguel Ángel, Rafael, Veronés, Correggio y Carpaccio. A su regreso a París inició una relación amorosa con Alexandrine Dureux —"mi mejor y única amiga", según sus palabras—, que se prolongaría hasta la muerte de ella, en 1890.
Tras su regreso a París, trabajó intensamente en “Edipo y la esfinge”, actualmente en el Metropolitan de Nueva York, con la que obtuvo una medalla en el Salón de 1864.
Durante los años siguientes, prosiguió con relativo éxito su carrera como pintor, aunque sus poco habituales temas provocaron a veces reacciones encontradas. Se alistó voluntario al estallar la guerra francoprusiana, en 1870, pero debió ser licenciado a causa de sus fuertes ataques de reuma. Vivió con horror la derrota francesa y la época de la Comuna (18 de marzo-20 de mayo de 1871), durante la cual los frescos de su amigo Chasseriau en la Cour des Comptes fueron destruidos por el fuego.
En 1876 presentó en el Salón Salomé bailando ante Herodes, albergado ahora en la Armand Hammer Collection (Hammer Museum) de Los Ángeles; su éxito fue rotundo.
Durante los años que siguieron, su éxito sin ser brillante le permitió avanzar en su carrera, teniendo como handicap siempre su temática poco habitual que provocaba reacciones opuestas. El grabador Félix Bracquemond contribuyó a difundir su obra mediante estampas, en ocasiones encargadas por el marchante Georges Petit; es el caso de El rey David, grabado de 1884 que reproduce una pintura de 1878 de gran formato (2,30 metros de altura) conservada en el Hammer Museum.
Vivió de forma dramática la derrota en la guerra franco-prusiana y la época de La Comuna, durante la que ardieron los frescos de Chasseriau en la Cour des Comptes. Fue Oficial de la Legión de Honor francesa desde 1883.
A partir de 1888 fue profesor de L’École des Beaux-Arts de París hasta su muerte, en ella tuvo como alumnos, a Henri Matisse, Albert Marquet y Georges Rouault y otros futuros pintores fauves, en los que su liberal método de enseñanza influyó de forma determinante.
En los años siguientes se acentuó la misantropía del artista, golpeado por las muertes de su madre, en 1884, y de su amante, Alexandrine Dureux, en 1890. En 1891 sucedió a su amigo Elie Delaunay, tras su fallecimiento, como profesor en la Escuela de Bellas Artes de París. Desde 1891 hasta su muerte, En 1888 Moreau fue profesor de L’École des Beaux-Arts de París hasta su muerte, entre los que se cuentan pintores tan célebres como Henri Matisse, Albert Marquet y Georges Rouault, entre otros.
En los últimos años de su vida, a partir 1895, comenzó a remodelar su casa-taller de Montmartre.
Moreau fue un personaje avanzado a su época, como hemos dicho considerado como precursor del movimiento simbolista, estilo que practicó décadas antes de su proclamación oficial en 1886 por parte de Jean Moréas. Huysmans, el escritor más relevante del movimiento, dijo de él: “Su pintura es la de un decadente, la de un ser sensitivo para quien lo irreal poseyó siempre mayor relevancia que lo real”.
Falleció el 18 de abril de 1898, a los setenta y dos años de edad. Fue sepultado en el cementerio parisino de Montmartre. A su muerte dejó como legado su taller, que se convirtió en el Museo Gustave Moreau, inaugurado el 13 de enero de 1903. El Museo Thyssen Bornemisza de Madrid alberga dos magníficas obras de Moreau, “Las voces” y “Galatea”.
...nunca antes el arte de la acuarela había alcanzado semejante brillantez de matiz; nunca antes la pobreza de los pigmentos químicos había podido depositar en el papel semejantes esplendores resplandecientes de piedras preciosas, semejantes matices brillantes como de cristales pintados, iluminados por el sol de mediodía, glorias tan asombrosas, tan deslumbradoras, de ricas vestiduras y ardientes tonos carnalesJ. K. Huysmans, À rebours
La obra de Moreau está a caballo entre el Romanticismo y el Simbolismo. Aunque es frecuente incluir a Moreau en la nómina de los pintores simbolistas, su obra se anticipó en varias décadas a la proclamación oficial del movimiento por Jean Moréas en 1886.
En las primeras obras de Moreau son destacables las influencias de Ingres, en el tratamiento de la anatomía, especialmente masculina, y de Delacroix, en cuanto a la elección de temáticas exóticas, a través de su mentor Théodore Chassériau, quien había sido discípulo de ambos. Con el tiempo, la obra de Moreau va concediendo menor importancia a la línea y más al colorido. De su última etapa, se conserva en el museo Moreau una serie de acuarelas que la crítica contemporánea considera muy próximas a la abstracción.
El mundo de Moreau está poblado de adolescentes andróginos y mujeres fascinantes y perversas (como la Salomé de su cuadro La aparición, pero también Dalila o Deyanira), Muestra también una cierta predilección por lo monstruoso. Es patente su interés por lo oriental tanto en la elección de los temas como en la ambientación decadente de sus cuadros (Júpiter y Sémele, por ejemplo, evoca poderosamente el arte de la India).
No frecuentó mucho los temas cristianos, aunque en 1862 pintó, por encargo, un Vía Crucis para la iglesia de Notre-Dame-de-Decazeville. Sin embargo, dos temas de la iconografía cristiana son recurrentes en su obra: el de la Piedad y el de San Sebastián. Es destacable también Un cuadro religioso bastante tardío, La flor mística (hacia 1890), de carácter alegórico, en el que la flor de la Iglesia se alimenta de la sangre de los mártires.
La casa donde el artista tenía su domicilio y su taller, en el número 14 de la calle La Rochefoucauld es, desde 1903, el Museo Gustave Moreau. Además de preservar la vivienda y el taller tal y como estaban en vida del artista, el Museo conserva más de un millar de pinturas, y cerca de cinco mil dibujos de Gustave Moreau.
Control de autoridades |
|
---|